Jorge Balduzzi, controlador de Viña Balduzzi, advierte que la inestabilidad mundial está incidiendo en los escenarios comerciales para exportadores nacionales de vino.
La cosecha de 2014 del vino Balduzzi B ganó hace unas semanas el premio al mejor tinto de Chile en el concurso Decanter World Wine Awards 2017, imponiéndose sobre otros 17.200 degustaciones.
Detrás de esta viña del Maule, de 400 hectáreas y once cepas, está el empresario Jorge Balduzzi, el que busca ahora abrirse paso en el espumante, tras haber lanzado a fines de 2016 una primera producción, de 10 mil botellas. La meta para este año es doblar esa cifra, e introducirla en los tres mercados en que se concentran: China, EEUU y Brasil. En cuanto a vinos, detalla que “el próximo paso es sacar un carignan gran reserva de parras centenarias”.
A diferencia de otras viñas que se están vendiendo, como Bethwines del grupo Bethia, por ahora Balduzzi descarta hacerlo con la suya. Sin embargo, reconoce el interés de inversionistas extranjeros que están llegando a sondear a los chilenos. Según detalla, esto respondería a que “el país tiene una buena imagen para la gente que sabe”.
Balduzzi asegura que también ha aumentado la llegada de turistas interesados en vino. Por ello, están trabajando en una propuesta para elevar el enoturismo en la región. “Haremos un Wine Bar, una propuesta gastronómico, para acompañar las degustaciones de vino”, comenta. La inversión para el recinto está cifrada en $600 millones.
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